Últimamente me doy cuenta de que la gente tiene canciones favoritas y ni siquiera saben de qué hablan, tan solo se fijan en el ritmo o la voz. Hemos perdido el verdadero sifnigicado de la música, el mensaje que transmiten los versos de cada canción, que son únicos e irrepetibles. El sentimiento que la voz transmite, no es otro que el que las palabras le quieran dar, sin palabras, la voz, la música, no es nada, tan solo ruidos melodicos que suenan al compás de un ritmo aleatorio. ¿Quién quiere música vacía, que no transmita otra cosa que el ruido? ¿En serio podemos llamar a eso música? La música, creo yo, es otra cosa completamente distina, es más, la música es poesía con ritmo. No ruido sin palabras.
viernes, 2 de agosto de 2013
domingo, 21 de julio de 2013
"Sin nada que hacer".
Hay días que te levantas y piensas: hoy va a ser un buen día. Esos días que miras desde abajo y piensas: hasta ahí arriba tengo que subir. Que empiezas bien, quedando con un amigo, la mañana ha sido buena, has hecho cosas, has despejado la mente y has salido a la calle y por un rato has disfrutado del verano. Son esos días en los que después de comer te dices a ti mismo: ahora descanso un poco y luego quedo con los demás. Y te tumbas en la cama, empiezas a pensar qué hacer, y te llega la inspiración y escribes un capítulo de un libro que llevas construyendo unos meses, y te enfrascas en el universo de la imaginación, sientes la tinta fluir por tus venas y escribes y escribes y cuando estas en medio de todo eso, suena tu teléfono. Por fin se deciden a quedar, piensas, y miras y ves que alguien ha propuesto algo, y la gente empieza a decir que no puede, primero es uno, luego alguien dice que si puede, luego otro tampoco puede, a uno no le apetece, y así van cayendo uno a uno hasta que al final se suspende todo y no sale nadie. Te tumbas en la cama suspirando y piensas: qué manera de desperdiciar el verano. Pero no buscas una solución, simplemente sigues tumbado en tu cama pensando en tus cosas, mientras ante tus ojos van pasando las horas y los días, hasta que ya no te queda tiempo que disfrutar y te maldices por desperdiciar un verano, por desperdiciar días y días tumbado en la cama "sin nada que hacer". Pero ya es tarde, y te impones una norma: desde hoy no voy a desperdiciar más veranos así. Una norma que ya habías escuchado antes, de tus propios labios, un año atrás.
martes, 18 de junio de 2013
Gracias por estos años.
Reconozco que, al pensar en todo esto, una parte de mí, quiere que nada cambie, porque todos tenemos miedo al cambio, miedo a perder aquello que nos hace sentirnos bien, miedo a partir a otra ciudad, miedo a hacer recuerdo lo que aún es realidad, pero otra parte de mí, quiere marchar, avanzar para algún día regresar, reencontrarme con viejos amigos y pasar un rato juntos, ver como han avanzado nuestras vidas desde que nos separamos... Así es la vida, perdemos algo para conseguir otras cosas; perdemos los hábitos, los momentos, las costumbres, pero lo que nunca se pierde, es la amistad.
Amigos (compañeros, profesores, familia), vosotros sabéis de lo que hablo, vosotros que me habéis acompañado durante todos estos años, haciéndome reír y llorar, lo normal, formando parte de mi día a día, de mis recuerdos, vosotros que me habéis guiado sin querer hacia el camino que he decidido tomar, seguro que sentís algo parecido a lo que siento yo, y vosotros, que habéis sido lo más grande que me ha pasado en estos años, os quiero dar las gracias, gracias por haber pasado por mi vida, gracias por formar parte de esos momentos que ahora quedarán en el recuerdo, por esas tardes de sábado en nuestras "taifas", por ese ánimo y cariño, por esa complicidad, esas cenas en el 58,... gracias por estos años.
miércoles, 3 de abril de 2013
Bipolar.
Te odio te amo te ignoro te extraño,
te olvido te pienso te quiero te araño,
te tengo te pierdo te mimo te mato,
te beso te pego te enciendo te apago,
te miro te evito te cuido te daño,
te piso los sueños te muerdo los labios.
domingo, 24 de marzo de 2013
¿Soy el único que sufre así?
A veces, cuando estoy mustio, triste por cualquier estupidez que ni me va ni me viene, simplemente es uno de esos días en los que estoy "raro", más sensible, digamos, y hablo con mis Amigos, que se muestran más distantes que de costumbre, pues porque las casualidades son inevitables, y agenos por completo a mi estado de ánimo, me hacen sentir más solo y triste todavía, mientras espero impaciente que uno de ellos me diga: ¿Te pasa algo? Para solo contestar: No, ¿por?, como si no quisiera hablar de ello, aunque en realidad deseo con todas mis fuerzas poder desahogarme...
¿Por qué finjo que no pasa nada? ¿Por qué cuando me preguntan, me limito a decir que todo está bien? Es absurdo, lo que más quiero es hablar de mi problema en ese momento, con esa persona, y cuando se me brinda la oportunidad, la rechazo, sintiéndome más mísero todavía cuando la otra persona contesta: Ok, entonces nada, y cambia radicalmente de tema...
¿Soy yo? ¿Soy el único que sufre así?
domingo, 3 de marzo de 2013
¿Por que no podemos volver a ser niños?
Primavera en una celda gris.
A lo lejos, gigantes de roca se erguían silenciosos, inmóviles, ajenos a los senderos que el tiempo había dibujado poco a poco sobre sus pieles. Tras el sucio cristal de la ventanilla, el azul añil del cielo parecía tener un tono más apagado; los pájaros revoloteaban con sus alegres trinos bajo el último sol del aquella verde primavera bañada en violeta.
De vez en cuando, los fugaces comentarios de mis padres me devolvían a la realidad, de la que volvía a huir al instante. No me agradaba viajar en aquel viejo coche; odiaba su ruidoso traqueteo, su olor a sucio... siempre bajaba mi ventanilla para respirar aire puro del exterior. Me encantaba sentir como el viento, impregnado del dulce olor de la primavera, acariciaba con violencia mi rostro y despeinaba mi pelo.
Empezaba a sentir libertad en aquella prisión con ruedas, mas solo unos segundos duro mi epifanía, y cuando volví a la realidad, el viento ya no me acariciaba, y el silencio se había apoderado del motor y de la radio.