viernes, 2 de noviembre de 2012

¿Qué es eso?


Hace poco escuche una historia que me conmovió, y me gustaría compartirla con vosotros. Ésta transcurre en verano, poco antes de comenzar agosto. Un hombre de unos 70 años está sentado con su hijo de unos 35 en un banco, en el amplio jardín de su casa. Este último está concentrado leyendo el periódico, mientras que su padre observa la majestuosidad de aquel lugar, recordado su juventud en aquel jardín  De repente, de entre las ramas de los árboles aparece un pequeño gorrión que se posa delante de ellos.

El padre lo observa y pregunta a su hijo, que no había levantado aún la vista del papel:
-¿Qué es eso?
El joven lo observa y responde con pesadez e indiferencia:
-Un gorrión.
Y vuelve a centrarse en su lectura. El padre, vuelve a preguntar señalando al gorrión:
-¿Qué es eso?
El joven vuelve a responder, molesto:
-Te lo acabo de decir, un gorrión.
El pájaro entonces echa a volar y cerca de donde éste estaba, se posa otro. El padre pregunta de nuevo:
-¿Qué es eso?
El joven, cansado, le responde gritando:
-Un gorrión papa, ¡un gorrión!, ¡UN-GO-RRIÓN!

El hombre entonces se levanta sin modificar su gesto y entra en la casa. El joven le intenta detener pero su padre le hace un gesto con la mano, señalando que espere ahí. A los pocos minutos vuelve a salir con un pequeño y viejo cuadernillo de tapas negras, busca entre las paginas y le pide a su hijo leer un fragmento en voz alta.

-Hoy mi hijo menor, que hace unos días cumplió tres años, estaba sentado conmigo en el parque cuando un gorrión se posó en frente nuestro. Mi hijo me pregunto 21 veces qué era eso, y yo respondí las 21 veces que eso era... un gorrión. Lo abracé cada vez que me hizo la misma pregunta una y otra vez... sin enojarme y sintiendo afecto por mi pequeño hijo inocente.


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