sábado, 19 de enero de 2013

La música y las personas: un vínculo comú.

Ultimamente estoy dejando de escuchar música en Los 40 Principales a determinadas horas, pues hay ciertas canciones que odio con todas mis fuerzas. Y ¿por qué? Fácil, porque aunque su ritmo me atraiga, su letra es vomitiva, no por ser mala la rima o no pergar con el ritmo, sino por lo que quiere decir, el mensaje que transmite.
¿No estais hartos de oir canciones como el "Tacatá", que hablan de forma tan explícita de ciertas cosas? Y eso no es lo malo, porque si esas canciones fueran para discotecas, perfecto, pero estamos dejando que niños de hasta 7 años escuchen esas canciones.
Todo hay que decirlo, nunca me ha gustado ese tipo de música, para mí la buena música tiene que transmitir un mensaje que cale en las personas, un mensaje de optimismo, de esperanza, un mensaje de amor o por qué no, un mensaje de desamor y pena, un mensaje que haga pensar, pero un mensaje que transmita confianza. En ese sentido la música es igual que las personas. Me explico.
Cuando escuchas una canción por primera vez, lo primero que escuchas es la melodía, el ritmo, seguramente ese ritmo te transmitirá un mensaje u otro dependiendo de si es un ritmo lento o rápido, también depende de los instrumentos, por ejemplo una guitarra acústica, no es lo mismo que una guitarra eléctrica, una bateria, un violín, incluso una mesa de DJ. Todo eso dice mucho de la canción, pero a veces, si escuchas la letra detenidamente, te das cuenta de lo poco que tiene que ver con el ritmo. La letra es el sentimiento que transmite la canción, es el mensaje, lo que está más allá de ese ritmo. ¿No os recuerda eso a las personas?
Cuando conoces a una persona la primera impresión es la apariencia, cómo se comporta, cómo va vestida: su "ritmo" y sus "instrumentos". Cuando la conoces mejor, conoces su vida, su historia, su "letra", y es cuando comprendes quién es y por qué es como es.
A mí me gusta casi todo tipo de música, musica rock, pop, blues, country, baladas, rumbas..., y pueden llamarme antiguo, soso, estúpido; pueden llamarme lo que quieran, pero a mí, sinceramente, nunca me podrá gustar una canción como el Tacatá, cuyo mensaje es: hoy con una y mañana con otra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario